A las 8 de la mañana partía el bus con destino al monasterio de Válamo asi que como buenos españoles precavido estábamos diez minutos antes Claudia y yo allí, para que luego digan, no fuimos los últimos jeje. Comenzó el viaje con unos consejos de nuestra guía, que era una pastora de la Iglesia ortodoxa, pero muy simpática, ni la centralita del aeropuerto habla en tantos idiomas como lo hizo ella, hasta en español, no veas con los pastores de por aquí, saben más que los de españa, que como los saques de sus ovejas se pierden.
Bueno de las 26 personas que íbamos en el bus, creo que yo y alguna/o más no estaba dormidas, iban todos friticos, hasta que llegamos al barquillo que nos cruzó un lago inmenso, en el cuál nos bajamos todos a hacernos unas fotillos.
Una vez en el monasterio, pues eso, un monasterio, lo tipico, lo mejor es la compañía de toda la gente e ir desenvolviéndonos un poco mas en el mundo del lenguaje anglosajón. Sinceramente son todos muy enrrollados, aqui la gente viene a pasárselo bien y no hay malos rollos, aunque le dije al alemán que no me funcionaban uno de los cascos de la música y me dice: "como todo lo español", y lo que le contesté: chussssssssss..............relaja, que los cascos de música los hacen en el mismo sitio, "made in China" y si estas dolido por la Eurocopa te jodes tio la vida es así, como mola vacilar de tu tierra.
A las 4 de la tarde ya estábamos en casa de nuevo después de dos horas de bus de ida y otras dos de vuelta, que esa es otra, nose como llegamos sanos y salvos, la carretera nevada entera, nevando y el chófer del autobús follado vivo, como conducen por aquí madre mía, tienen mas peligro que Mcgiver en una ferretería.
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